miércoles, 12 de marzo de 2014

Escuchar a los niños.

Los niños que crecen en libertad tienen la oportunidad de expresarse y ser niños, no todos tienen esta maravillosa oportunidad. Pasa que vivimos en un mundo prácticamente anti niños, donde creemos que la infancia son personitas para vestir lindos y exhibir, que saluden a la tía Carlota, que sonrían al abuelito y sean como figuritas de porcelana. Los niños gritan, hacen ruidos, no tienen la capacidad de resolver sus conflictos con diálogos (y muchos adultos tampoco, ¿cómo? si no les enseñaron), por lo tanto es nuestra obligación como padres conocer las diferentes etapas que pasan los niños para de esta manera saber afrontar lo que toca en el momento y tener en cuenta que los niños pequeños no manipulan, simplemente muestran sus comportamientos con total sinceridad. 
La paciencia y el diálogo van de la mano para que ellos aprendan como afrontar las dificultades. Y hay conductas como aprender a no interrumpir que se aprenden con la madurez del niño. 
Desde sus 5 años le puedo explicar a mi hija cuando necesito me deje hablar con alguien, cada día, con su crecer lo entiende un poco más. Una vez en un taller de lactancia, ella más pequeña se acercó a un Señor y le tiró de su camisa, este estaba hablando con un círculo de personas (luego me enteré que era una "eminencia" en la medicina) se puso a la altura de la niña y le dijo a la gente: Cuando los niños hablan los adultos escuchamos.  
Que diferente fuera nuestra crianza si las madres no tuviéramos ese agobio de necesitar estar bien con los demás, verdad? que nos dijeran tranquila atiende a tu hijito/a yo espero que termines........... que diferente fuera..........

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